9 de abril de 2025

En Nepal, una conservación basada en derechos, con reconocimiento de las instituciones consuetudinarias y la gobernanza tradicional, por CIPRED

Foto de Chandra Shekhar Karki/CIFOR

¿Cuál es el contexto y la situación de su comunidad?

sus tierras ancestrales a favor de parques nacionales, reservas de fauna y flora salvajes, y áreas de conservación, para dar resonancia a las voces críticas de dichas comunidades, que deben ser escuchadas por las instancias competentes, en especial el Departamento de Parques Nacionales y Conservación de la Vida Salvaje (DNPWC). En Nepal, a pesar de haberse dotado de una estructura federal que otorga mayor poder de decisión a las autoridades locales, la Ley de 1973 sobre Parques Nacionales y Conservación de la Vida Salvaje (NPWC) sigue aplicándose sin cambios y promoviendo una conservación de tipo “fortaleza”. Como resultado, se perpetúa el desplazamiento, el desalojo y la migración de los Pueblos Indígenas fuera de sus tierras ancestrales. Estas comunidades, que antes prosperaban con abundantes tierras y recursos para sostener a sus familias, ahora se encuentran entre las más pobres del país, a menudo obligadas a buscar empleo en ciudades cercanas o en el extranjero. Esta situación tiene efectos devastadores en la conservación de los sistemas consuetudinarios de autogobierno de los Pueblos Indígenas, que son vitales para la preservación de sus conocimientos tradicionales, valores culturales y para la sostenibilidad de sus medios de vida.

El CIPRED ha trabajado activamente con las comunidades indígenas tharu del Parque Nacional de Shuklaphanta, el Parque Nacional de Bardiya, la Reserva Natural de Koshi Tappu y las comunidades indígenas loba de la zona de conservación de los Annapurnas en Nepal. Los tharu, uno de los grupos indígenas más numerosos de Nepal, constituyen el 6,2% de la población. Sin embargo, muchas comunidades tharu se han visto gravemente afectadas por la creación de parques nacionales y zonas de conservación de la vida salvaje, que han perturbado su capacidad para mantener sus medios de vida tradicionales dentro de estas áreas protegidas. Como consecuencia, se enfrentan a numerosos problemas para mantener sus sistemas de gobierno consuetudinarios, sus valores espirituales y sus prácticas culturales. Desplazados de sus tierras ancestrales, se ven obligados a vivir en asentamientos lejanos con poca o ninguna tierra para la agricultura, lo que les lleva a luchar por la supervivencia en una existencia al día. Las comunidades tharu viven a diario bajo la amenaza constante de los ataques de la fauna salvaje, sobre todo de tigres y elefantes. Trágicamente, cada vez son más las víctimas mortales de estos ataques mientras trabajan en granjas o recogen forraje en las zonas de amortiguamiento, a menudo sin una compensación justa por sus pérdidas.

Fuente iFrame dinámica


¿Qué cuestiones se están tratando en el marco de este proyecto? 

El CIPRED ha llevado a cabo una amplia tarea de investigación y documentación para capturar las experiencias e historias de las comunidades indígenas, centrándose en temas clave como los territorios y recursos, la gobernanza consuetudinaria, los derechos humanos, el saber tradicional, las prácticas culturales, la participación efectiva, el consentimiento libre, previo e informado, y los medios de subsistencia. Esta información ha sido fundamental para respaldar la demanda de políticas basadas en datos científicos que promuevan una conservación basada en derechos tanto a nivel local como nacional, y que reconozcan las instituciones consuetudinarias, aseguren el acceso a los recursos, protejan los medios de vida tradicionales, establezcan mecanismos equitativos de participación en los beneficios y garanticen compensaciones justas.  Además, el CIPRED ha trabajado para empoderar a ancianos, jóvenes y mujeres indígenas, cimentando la continuidad de sus instituciones consuetudinarias, habilidades artesanales tradicionales y empresas indígenas. La iniciativa también involucró a estudiantes del programa de Maestría en Educación y Desarrollo Indígena (MIED) de la Universidad de Katmandú, quienes participaron en un estudio sobre conservación basada en derechos, abordada desde el punto de vista de las cosmovisiones indígenas, en las áreas de trabajo del proyecto.

¿Qué ha logrado el proyecto hasta ahora?

CIPRED llevó a cabo 20 cursos y talleres que aumentaron significativamente la concienciación de 733 líderes indígenas, jóvenes, mujeres y agencias relevantes sobre el papel crucial de los sistemas de gobernanza consuetudinarios indígenas, haciendo hincapié en la necesidad de su promoción, protección y reconocimiento tanto a nivel local como nacional. Gracias a estas actividades, los líderes y jóvenes indígenas han adquirido la pasión y determinación necesarias para preservar sus valores y prácticas tradicionales, abogando por su inclusión en la normativa y los planes de gestión de la Ley del DNPWC, a pesar de los continuos retos que plantea el modelo de conservación de fortaleza.

El proyecto también organizó un diálogo nacional sobre la conservación basada en los derechos, que reunió a 113 participantes de 35 organizaciones distintas, representantes de pueblos indígenas y comunidades locales. Este diálogo dio lugar a un documento de posición común de los pueblos indígenas y las comunidades locales, que desempeñó un papel fundamental a la hora de influir en el gobierno para que desechara una nueva y controvertida ley que habría permitido el desarrollo de infraestructuras dentro de áreas protegidas.

Como parte de la investigación, se llevó a cabo una amplia encuesta a 1.995 hogares, 45 debates de grupos focales, entrevistas a informantes clave y 20 estudios de casos, todos los cuales se están recopilando actualmente para su mayor difusión a diversos niveles. Además, CIPRED publicó un manual de formación sobre Sistemas de Información y Seguimiento Comunitarios (CBMIS), dirigido específicamente a jóvenes y mujeres indígenas, con el fin de capacitarles para un desarrollo sostenible y autodeterminado y para vivir con respeto y dignidad en sus propios paisajes. La documentación de los resultados de estas investigaciones, en la que se detalla la situación actual y las principales preocupaciones de las comunidades, se ha convertido en la base de una defensa política basada en pruebas para abordar los problemas a los que se enfrentan las comunidades indígenas.

El CIPRED también involucró a 11 estudiantes del Máster en Educación y Desarrollo Indígena (MIED) de la Universidad de Katmandú en una investigación sobre la conservación basada en los derechos desde la cosmovisión indígena. Su trabajo se expuso en la Conferencia Internacional sobre Investigación y Educación Indígena, organizada por el CIPRED en 2024, lo que dio a sus esfuerzos una plataforma global de visibilidad e impacto.

¿Qué dificultades ha encontrado hasta ahora este proyecto? 

El modelo de conservación-fortaleza, tal y como está configurado en la Ley NPWC de 1973, sigue siendo uno de los principales frenos al acceso de los Pueblos Indígenas de Nepal a sus recursos y a la preservación de sus sistemas tradicionales de gobernanza, medios de vida, conocimientos y prácticas culturales. Como resultado, muchos jóvenes y mujeres indígenas Tharu, con pocas esperanzas en cuanto a la perennidad de sus habilidades y medios de vida tradicionales, se ven cada vez más obligados a abandonar sus comunidades para irse a las ciudades o al extranjero en busca de ingresos para mantener a sus familias.

Ha habido algunos avances positivos en el reconocimiento de los sistemas de gobernanza consuetudinarios por ciertas legislaciones locales, pero aún persisten dificultades significativas. Las disposiciones de las leyes consuetudinarias de Badhgar y Bhalmansa, que se aplican a las comunidades Tharu de los distritos de Bardiya y Kanchanpur, no tienen la fuerza jurídica necesaria para garantizar la libre determinación de dichas comunidades sobre sus recursos. Del mismo modo, los sistemas consuetudinarios de gobierno Jewar Menjan de las comunidades Tharu en los distritos de Saptari y Udayapur están a punto de desaparecer, a pesar de los incansables esfuerzos de indígenas jóvenes y ancianos por revivirlos y obtener su reconocimiento en las leyes locales.

La conciencia de la función esencial que cumplen los Pueblos Indígenas, y de las contribuciones vitales que aportan sus instituciones consuetudinarias y sus valores culturales en el mantenimiento de la biodiversidad, la gestión de los recursos y la promoción del desarrollo, sigue siendo insuficiente entre los organismos gubernamentales competentes y las principales partes interesadas. Esta falta de conciencia continúa obstaculizando el acceso de los Pueblos Indígenas a mecanismos justos de participación en los beneficios, a los recursos y al reconocimiento de sus instituciones consuetudinarias dentro de sus territorios ancestrales.